miércoles, 30 de enero de 2013

Crítica de: Madrid, 1987

Breve ficha:

Título original: Madrid, 1987

Título en castellano:  Madrid, 1987

Año: 2011


País: España

Dirección: David Trueba

Guion: David Trueba

Reparto: José Sacristán (Miguel) María Valverde (Ángela) Ramon Fontserè (Luis) 

Vista en: Versión original.


Breve Sinopsis (Extraída de la web www.filmaffinity.com): Miguel (José Sacristán), un veterano articulista, temido y respetado, y Ángela (María Valverde), una joven estudiante universitaria, se quedan encerrados en un baño público, situación que da pie a un enfrentamiento generacional. Ella se encontró, en los ochenta, con una democracia ya consolidada, mientras que él forma parte de los privilegiados que lo habían conseguido todo. 

Crítica: Obra maestra. Ya no solo por el magistral guion con el que cuenta, sino por la construcción de ambos protagonistas. Me ha encantado Miguel, porque a pesar de ser un periodista temido, que se quiere a sí mismo, que se cree el dueño del mundo, que tiene un carácter irritante y que desprecia a las personas que considera inferiores a él, sigue siendo un hombre, y como hombre es incapaz de controlar sus impulsos más primitivos cuando aparece ante él una mujer del calibre de Ángela. El conflicto generacional que surge entre ambos esta bastante desequilibrado, la voz cantante la lleva el personaje que interpreta Sacristán, pero Ángela sabe defenderse e incluso vencer por knock out en muchos momentos de la cinta. La puesta en escena es fantástica, en apenas dos localizaciones Trueba consigue narrar esta historia que cuenta con unas frases memorables, pero más que frases, hay gestos que hacen que esta cinta sea muy grande para mí. Si os habéis fijado, al principio, cuando Miguel le pide un sorbo de Coca-cola a Ángela, al coger el vaso bebe por el mismo sitio que lo ha hecho ella, un signo que nos indica que quiere catar a su presa, un signo que indica que a pesar de la experiencia y la diferencia de edad, a veces el pene puede más que la razón, la cinta esta llena de pequeños detalles como estos. Ambos actores trabajan muy bien, tal vez Sacristán, al llevar la voz cantante, se hace con la cinta, y a Valverde igual le pesa el aparecer casi toda la película nada más que con una toalla, pero su trabajo es muy decente. El croma final canta mucho, pero el resto de la cinta para mí es estupenda, no se me hizo pesada y disfruté con cada conversación. Me despido con una de las frases que más me ha gustado, tal vez porque con la edad uno va aprendiendo como funcionan las relaciones, sean esporádicas o muy duraderas. "En el fondo han dejado de interesarme los besos, ¿Sabes? Los besos son estupendos en la adolescencia, cuando dar uno es como escalar la cumbre de la montaña, pero luego saben a trámite, como rellenar una instancia, estas deseando firmar y pasar a otra cosa"

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