viernes, 9 de noviembre de 2012

Crítica de: El gran dictador

Breve ficha:


Título original: The great dictator

Título en castellano: El gran dictador

Año: 1940

País: Estados Unidos

Dirección: 
Charlie Chaplin

Guión: Charlie Chaplin


Reparto: 
Charlie Chaplin (Hynkel/Barbero) Jack Oakie (Napaloni) Paulette Goddard (Hannah)

Vista en: Versión Original subtítulada


Breve Sinopsis (Extraída de la web www.filmaffinity.com): Un humilde barbero judío tiene un parecido asombroso con el dictador de Tomania, un tirano que culpa a los judíos de la crítica situación que atraviesa el país. Un día, sus propios guardias lo confunden con el barbero y lo llevan a un campo de concentración. Al mismo tiempo, al pobre barbero lo confunden con el tirano. 

Crítica: He leído críticas tanto negativas como positivas, y creo que en ambas hay un extremismo tanto de sobrevaloración como de infravaloración. Muchos tachan a la película de oportunista y le restan valentía, pero lo cierto es que cuando se estrenó la película, a pesar de que la II Guerra Mundial ya había estallado, Estados Unidos se mantenía neutral y miraba al continente europeo de reojo, pero sin ánimo de meterse en el ajo, de hecho existía un fuerte antisemitismo en Estados Unidos por aquel entonces, y hasta que Japón no atacó Pearl Harbor (Al año siguiente del estreno de la película) estos movimientos contra los judíos no disminuyeron, por lo que no creo que sea oportunista, mas bien una llamada de reaccíon hacia el gobierno norteamericano. Creo que los actos en la película se desarrollan con mucha fluidez, empleando gags bastante efectivos, y aunque muchos creen que la pantomima de Chaplin se perdió cuando decidió hablar, creo que en esta película esta brillante y soberbio interpretando al dictador de Tomania, es mas, el drama judío resulta menos efectivo en el metraje (no por ello peor) y la recreación tanto del Gueto como de los campos de concentración no es nada veraz, obviamente justificable dado que la película se rodó antes de que se desvelase todo el cotarro que los alemanes montaron en Polonia. El reparto trabaja muy bien, y la trama es entretenida, tal vez la historia de amor que quiere meter el realizador sobra un poco, pero creo que es una película que nos enseña a ver y a analizar a las dictaduras occidentales de los años 40 desde otro punto de vista, cómico pero muy veraz. Memorable el discurso final, muy americano, pero memorable.


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