jueves, 9 de mayo de 2013

Crítica de: La daga de Rasputín

Breve ficha:

Título original: La daga de Rasputín

Título en castellano:  La daga de Rasputín

Año: 2011


País: España

Dirección: Jesús Bonilla

Guion:  Jesús Bonilla

Reparto: Jesús Bonilla (Papeles) Antonio Resines (Jacinto) Antonio Molero (Araña) María Barranco (Alejandra) Carolina Bang (Ludmila) Carmen Vicente-Arche (Carmen)

Vista en: Versión original.


Breve Sinopsis (Extraída de la web www.filmaffinity.com):  Forjada en el antiguo Egipto, la daga de Rasputín es una joya legendaria que da un poder casi absoluto a quien la posee. César, Atila y Napoleón fueron algunos de sus ilustres dueños. La pista de la joya se pierde en Rusia, con la muerte de su último dueño, el monje loco Rasputín. Desde entonces, gobiernos y poderosos personajes la han buscado en vano. Pero, de repente, en una cárcel española, Jacinto, uno de los presos, es identificado por la mafia rusa como portador de una anomalía genética relacionada con la daga. Sus compañeros de celda, el Papeles y el Araña, lo seguirán en una delirante aventura, llena de fugas y persecuciones, que los llevará hasta el corazón de la Rusia profunda.

Crítica: He leído en algunas críticas que la producción costó cinco millones de euros. Prefiero no creérmelo, prefiero creer que es un bulo y que costó mucho menos, porque como sea verdad que esta película ha costado tanto dinero me llevaré una decepción tremenda. Mucha gente anti fútbol afirma que con lo que cuesta un fichaje se podría dar de comer a mucha gente pobre, pues con el cine, por desgracia, a veces pasa igual, y esta película es un claro ejemplo. Estoy a favor de que todo el mundo pelee por encontrar financiación para mostrar sus inquietudes, hay gente con mucho talento que tiene grandes ideas que no ven la luz por falta de medios, o que se estrellan estrepitosamente porque se han rodado con un presupuesto paupérrimo, y para expresarse a veces tienen que tirar de subvenciones que fomentan la cultura (¡Ay las subvenciones del cine, que de palos reciben del público!) y hay gente, como Bonilla, que tal vez buscaba hacer reír, y para hacerlo se ha rodeado de sus amigos de Los Serrano, un par de caras guapas y un dineral para rodar un espectáculo deplorable, que ni hace gracia, y que desde luego ni es cultura. El elenco no se esfuerza en trabajar las interpretaciones, parece que han acudido al ser de rodaje para cobrar el cheque y hacer el paripé, que es lo que hacen en cada toma, no obstante los personajes están vacíos, y parecen trasladados directamente de Los Serrano a La Daga de Rasputín. Los efectos especiales son una vergüenza, lo del helicóptero con la furgoneta de la Guardia Civil parece de los Playmobil, y el final...menudo despropósito el final, aunque peor que los efectos es la historia, es una porquería, podría partir de una idea interesante y haber mezclado más la aventura con la comedia, pero es que hay tan pocas ganas desde que comienza la cinta que todo se convierte en un despropósito, y ni hay aventuras ni hay comedia. La puesta en escena es lo único que se salva (normal, unos decorados de puta madre y un viaje para todo el equipo para rodar el Moscú) y se que es caer muy zafio, pero si eres hombre y, a pesar de esta crítica sigues queriendo ver esta peli, te diré que sale algo de carnaza (Mis instintos más primitivos me obligan a decir que lo mejor de la cinta son las rocas de Carolina Bang) también, para variar, metida con calzador. El gran tópico del cine español, el destape, siempre nos perseguirá, pero se puede hacer de una manera elegante, artística o dramática, o de manera zafia, fácil y gratuita, como es este caso. Mala, muy mala.

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