miércoles, 5 de junio de 2013

Crítica de: Hijo de Caín

Breve ficha:

Título original: Fill de Caín

Título en castellano:  Hijo de Caín

Año: 2013


País: España

Dirección:  jesús Monllaó Plana

Guion: Sergio Barrejón, David Victori (Novela: Ignacio García-Valiño)

Reparto: Julio Manrique (Julio) José Coronado (Carlos) María Molins (Coral) David Solans (Nico)

Vista en: Versión original.


Breve Sinopsis (Extraída de la web www.filmaffinity.com):  Nico Albert es un adolescente de carácter muy peculiar, inteligencia excepcional y una única obsesión: el ajedrez. Sus padres, preocupados por la anómala actitud de su hijo, contratan al psicólogo infantil Julio Beltrán. A través de la terapia y de la afición común al ajedrez, Julio se adentrará en el inquietante mundo de Nico y en las complejas relaciones de esta familia aparentemente normal.



Crítica: He tenido la oportunidad de verla en versión original, por lo que he tenido una percepción distinta a la del público que, por desgracia (o por suerte, según los ojos con los que se mire) se ha visto obligada a verla doblada al castellano, lo cual puede hacer que la película naufrague o incluso quede como una mediocridad, cosa que, en mi opinión, no sucede, ya que Fill de Caín es, me atrevo a decir, la mejor película española en lo que llevamos de 2013.

Puede que al final de la cinta alguna pieza del guion chirríe, pero lo cierto es que Barrejón y Victori han conseguido adaptar la novela de García-Valiño con mucha eficacia, mezclando todos los ingredientes necesarios y en su justa medida para construir un buen thriller en el que todas las piezas funcionan a la perfección.

El éxito, por supuesto, radica en la historia, que es llevada a buen puerto gracias a una magnífica construcción de los personajes, que se complementan a la perfección con la trama, aportando cada uno su grano de arena para construir una historia compacta que sabe enganchar al espectador, tenerlo en tensión, y de paso, regalarle un debate moral para reflexionar. Julio es el psicólogo infantil solidario que se cree capaz de resolver todos los problemas del mundo, Carlos es el padre amargado por el trabajo que no se comunica con su hijo, Coral es la madre sumisa que vive atrapada en un matrimonio monótono, Andrew (A mi juicio el mejor construido de la cinta, al menos el más contundente en sus breves apariciones) es el maestro que siempre tiene la razón y que por eso es maestro, y Nico...Nico es un hijoputa de cuidado, no obstante, consigue en ciertos momentos de la cinta que el espectador, a pesar de ser consciente de que es una mala persona, sienta cierta admiración, o más bien inquietud hacia su personalidad perturbada (En la primera partida con Elena, al menos yo, quería que ganase)

La trama principal, además, está rellena de subtramas que le añaden muchísimo dinamismo a la cinta: el debate interno entre Julio y su hermana ¿Importa más la fundación o importa más el hijo del cliente que apoya económicamente a la fundación? El miedo de Elena, que tiene que revalidar su título de campeona de España de ajedrez, el pasado de Julio, los problemas laborales de Carlos, la percepción de Andrew sobre Nico... Todo funciona, todo encaja, todo vale para tener al espectador pegado a la butaca durante 90 minutos.

La resolución del conflicto, o más bien el cambio de tercio que surge para desviar la aparente resolución del conflicto puede parecer algo forzada en algún momento, pero está tan bien resuelta (No podemos olvidar que Nico es superdotado y Julio es el único capaz de entrar en su mundo, de ahí que capte tan bien las intenciones de Nico, de ahí que aparezca la libreta donde tiene que hacerlo, de ahí que Julio, por su oficio, esté tan pendiente de todo lo que rodea al mundo de su cliente) y tiene un giro tan efectivo, que poco se le puede reprochar, no obstante el final de la cinta puede estar un poco forzado, pero no desentona en exceso con lo que hemos visto en pantalla anteriormente.

Una puesta en escena fabulosa, una música magistral, muy efectiva para complementar los momentos de intriga y de tensión de la cinta, una fotografía muy acertada y un ritmo endiablado hacen que Fill de Caín tenga una bella factura técnica.

No os la perdáis, vaticino que en la gala de los Goya se va a llevar un buen saco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario